Creo que sin lugar a dudas, para cualquier aficionado a la relojería, y por encima de la cantidad de marcas de mayor o menor calidad que existen en el mercado, el Omega Speedmaster se ha convertido en el Santo Grial de la relojería. A quien no le gustaría tener un Speed, sea del modelo que sea.
Durante mucho tiempo he estado detrás de alguno de ellos pero los precios son demasiado elevados, sobre todo si tenemos en cuenta que esto es solo un hobby y de lo que se trata, además de lucir los relojes reparados, es de pasar el tiempo con una distracción como otra cualquiera. Pero como con todas las cosas, la paciencia da sus frutos y finalmente pude conseguirlo, y a un precio difícil de rechazar.
Poco he encontrado de este reloj, referencias en alguna que otra página
pero poco más, ni siquiera nada de publicidad. El reloj en cuestión es
una rareza dentro de los Speedmasters. Representa todo lo que debería
ser un reloj de los años 70. Es grueso, tiene una forma inusual, es
grande y pesado y tiene un color totalmente distintivo. La referencia
Speedmaster. 176.0014 monta un movimiento omega 1045 (aunque realmente
es una lemania 5100) , un cronógrafo automático con contadores centrales
de segundos y minutos, una complicación día-fecha, un indicador de 24
horas y una alta fiabilidad (gracias al uso de un módulo de cronógrafo
muy simplificado y de piezas de plástico en el movimiento, no
precisamente excluyente, pero sí eficiente). Tiene esta pantalla
absolutamente única, complicada y equilibrada, que los amantes de los
relojes antiguos han disfrutado durante años. La caja tiene una forma
notable, una esfera "cuadrada redonda" y cristal, también conocido como
esfera de pantalla de TV. Mientras que la mayoría de los Speedies vienen
con una esfera negra redonda, este tiene una esfera azul oscuro con
rayos de sol y manecillas especiales de dos tonos. También cuenta con la
misma barra-brazalete integrada que la Speedmaster 125. Sin embargo,
afortunadamente, tiene un diámetro más pequeño y es más liviano de lo
esperado en la muñeca. Por supuesto, permanece en la categoría de
relojes grandes especialmente por su grosor pero, a diferencia del 125,
es portátil y está bastante bien equilibrado. Claramente, no es el
Speedmaster más fácil de encontrar, pero, como cada una de las ediciones
de Mark, está infravalorado y es muy deseable. Además, este agrega un
estilo puro de la década de 1970 y un poco de "excentricidad
controlada", un reloj que debe estar en su lista si está coleccionando
Speedmasters.
En cuanto al modelo tampoco he podido aclarar mucho si es un mark IV,
4,5, V o solo TV, porque según páginas y vendedores cada uno lo cataloga
de una manera diferente.
Como he dicho anteriormente, el reloj lo compre hace bastante tiempo, no tenia buena pinta pero dado el precio por el que salió no era para dejarlo pasar. Y el reloj llego como se puede ver.
Lo primero que llama la atención es que está a falta de ese bonito cristal TV con taquímetro incorporado.
Para ser honestos, independientemente del trabajo de restauración del
movimiento, el verdadero trabajo ha sido el que hizo mi amigo Jesús en la restauración de la caja. El tiene los medios y
conocimientos para esto, así que lo primero que hice fue pasarle el
embolao mientras yo me centraba en el movimiento.
Le envié este regalo.
Y me devolvió este caramelo tras conseguir cristal y junta.
Por mi parte, me encargué del armis, montándole un cierre genérico ante la imposibilidad de conseguir el suyo original.
En cuanto al movimiento, ya me habían avisado de los problemas que podía
encontrar, nada baratos por cierto. A saber, el puente de calendario,
fabricado en plástico y a precios de caviar.
Cuando quité la esfera pensé que la suerte me sonreía.
Pero no fue así, nada más quitar los 4 tornillos que lo sujetan.....
Y para remate. Estaba claro que este reloj no había sido tratado con mucho cariño.
Remarco esa pieza porque es la que frena el movimiento tanto al sacar la tija para el cambio de hora como al quitarla. Sin tija el reloj no funciona.
Otra curiosidad, como puede verse en la fotografía superior, es que el árbol del cubo no lleva el eje incorporado, lo que permite sacarlo del movimiento sin necesidad de quitar el puente ni desmontar nada más.
Otro de los problemas con los que me encontré era que al intentar cambiar la hora sonaba como una pequeña carraca, además de que el reloj, tras corregir el espiral, funcionaba pero en determinados momentos atrasaba. La responsable es esto era la rueda de acoplamiento, que como puede verse también es de plástico. Esta rueda es la que transmite el movimiento al cañón de minutos y suele sufrir cuando se cambia de hora, llevando al desgaste de los dientes.
Tras mucho tiempo y paciencia pude conseguir el puente de calendario a un precio decente. Lo más barato que me pidieron fueron 298€. Este parece usado aunque vino en el sobre original, el caso es que me solucionó el problema.
Lo siguiente, y más importante, fabricar un soporte para este movimiento y así poder trabajar con la mayor seguridad posible. El material utilizado ha sido delrin.
Tras la eliminación del óxido y limpieza del movimiento en la lavadora comenzamos el montaje. Un movimiento precioso.
Detalle de la rueda de acoplamiento por la otra parte. Pieza mitad plástico y mitad metal.
Por último una mano de pintura a las agujas.
Y el premio tan deseado. El reloj acabado.
Fuentes consultadas:
https://monochrome-watches.com/omega-speedmaster-history-part-1-1970s-editions/
Omega Speedmaster Day-Date c.1045 in Detail