Hace ya bastante tiempo un amigo me ofreció este raro calibre. Como
veréis su estado no era el más aceptable pero ya sabéis que me
encantantan los retos, así que decidí tirar para adelante y quedarmelo
sin saber si prodría recuperarlo o no. Al final ya se sabe, si no
funciona pa piezas.
Lo primero de todo, es que es un calibre pequeño de 10.5 montado a partir de un calibre Vulcaín 65M.
Aparte de la limpieza general, se puede ver a simple vista que el espiral va algo por libre, además de que el eje de volante tiene los pivotes rotos.
Después de un ratillo de trabajo el espiral esta enderezado. Para aquellos que se animen, aconsejo problarlo sobre el puente antes de montarlo en el volante, así podremos comprobar si la virola está centrada y el espiral horizontal al puente.
Un poco de óxido para aderezar la reparación.
Y la primera prueba de fuego. Sin limpiar el calibre, probamos que funciona tras cambiar eje y enderezar espiral.
Y hasta aquí la parte fácil que se hace siempre, cambio de eje,
enderezar espiral, óxido, limpieza...... Pero esto es un crono, y me he
encontrado con que está a falta de piezas que son las que le permiten
funcionar, en este caso los muelles planos que actuan sobre palancas y
rueda de pilares.
Hice varías consultas a una de la mejores relojeras que se puede
encontrar hoy en día, Rebecca Struthers, sobre el mejor material a
utilizar y me dijo que suele utilizarse el acero O1. Este acero se usa
en cuchillería, así que pensé que las cuchillas viejas x-acto me serían
de utilidad.
Empezamos con las secciones interiores y exteriores para el movimiento, esfera, bisel y tapa.
Para terminar de ajustar la forma, uso la nueva fresadora de frabricación casera y el útil que ya mostré en otras entradas.